Es
triste ver como la mayoría de psicólogos todavía viven bajo la sombra de Freud,
Lacan, Skinner, Pavlov, Vygotsky, Watson, Wundt, por nombrar a algunos. La
mayoría de estudios más recientes han demostrado que las terapias tradicionales
de HABLA, donde vas a contarle toda tu vida, incluso tus secretos más profundos
al psicólogo, en la mayoría de los casos no funcionan. Cuando recordamos algún
trauma o nos ponemos emocionales, se apaga el lado izquierdo del cerebro, deja
de funcionar nuestro cerebro racional, lógico, linguístico, esto quiere decir
que no puedes razonar correctamente y no podrás verbalizar lo que te esta
pasando. El cerebro derecho emocional reacciona como si el pasado estuviera
ocurriendo en el presente. No digo que estos
autores no hayan hecho aportes inmensos a la Psicología; pero, ¿que paso con el
resto de las mentes?, ¿Sus pensamientos propios, sus experiencias?, los que
están leyendo esto simplemente se dejaron llevar por lo que todos estos grandes
dijeron y nunca aprendieron hacer su propio análisis de la conducta humana. No
aprendieron a analizarse a si mismos? no aprendieron de sus experiencias?
Durante mis estudios
universitarios, me sorprendía, me ponía triste y enojado cada vez que le
preguntaba a algún psicólogo docente ¿Por qué este niño muerde?, ¿Por qué
algunas personas comen tanto y otras no quieren comer?, ¿Por qué esta niña moja
la cama?, ¿Es normal que alguien tenga muchas pesadillas?, ¿Por qué le tengo
miedo a los perros?, en fin cualquier pregunta. Me respondían, según “Freud”,
según Vygotsky o según algún autor; muy rara vez podían darme un análisis
basado en sus propios conocimientos y con sus años de experiencia.
No es su culpa, simplemente
fueron victimas de una crianza autoritaria, donde aprendieron a obedecer y de
esa forma fueron moldeados a repetir información en lugar de pensar por si
mismos. ¿No me creen? Vean los resultados del Experimento Milgram del año 1961,
sobre obediencia y autoridad. Desde que somos muy pequeños nos dicen “tienes
que hacer caso” “tienes que obedecer” y si no obedeces pues entonces viene el
castigo, que de hecho es el método preferido de la mayoría de los padres de
familia que conozco. Pero no es el castigo que causa el malestar en la
humanidad, si no el miedo al castigo.
Le tenemos miedo al daño
físico y mental, o a cualquier cosa que percibamos como una amenaza a nuestro
bienestar físico y mental. Miedo a que van a decir, miedo a estar solo, miedo a
los animales, insectos, miedo a perder, todos los miedos que aprendimos de
nuestros padres o nuestros cuidadores más tempranos. Somos el producto de la
mescla de las conductas de nuestros padres y de las personas que nos rodean.
Aprendemos a regular nuestras emociones observando a nuestros padres o
cuidadores manejar las situaciones difíciles de la vida. Aprendemos por “IMITACIÓN”.
Y que hay de los niños
víctimas de abuso, negligencia abandono o que se criaron con padres violentos,
alcohólicos o con problemas mentales?. As visto cuantos niños hay en las calles, durmiendo
bajo los puentes, en las plazuelas, en los buses? Están en todas partes. Ahí tenemos la receta perfecta para los
trastornos mentales. Según el Dr. Bessel Van der Kolk, la conexión madre-hijo
es la intervención de salud mental más poderosa conocida por la
humanidad; pero si no tuvieron a sus madres, no
tuvieron buenos modelos de conductas a seguir? Esta es la razón por la que las
cárceles están repletas de gente. Solo pregúntales sobre su infancia, te
contaran como fueron abandonados, torturados, abusados verbal, física y
psicológicamente, en la mayoría de los casos por sus cuidadores más cercanos,
padres, abuelos, tíos, hermanos incluso por sus propias madres.
Es muy común escuchar a las
personas decir “no tengo miedo”, de hecho es la mentira más común que
escucharas en tu vida. Sin la emoción del miedo estuviéramos extintos como especie
humana. Para nuestra supervivencia el miedo a creado dos respuestas: 1)
Hipertensión para huir o pelear y 2) de paralización como ultimo remedio. Desde
épocas antiguas la reacción de paralizarse a ayudado a las personas y animales
a no ser detectados por depredadores. Cuando sentimos miedo, toda la sangre se
dirige a los órganos vitales, al corazón, pulmones, hígado, etc. La sangre
fluye hacia las piernas preparándonos para huir o pelear. Durante todo esto las
arterias en el estomago se contraen y nuestro sistema digestivo deja de
funcionar por completo. Cuando sentimos miedo podemos hacer todo o nada,
dependiendo de todas nuestras experiencias pasadas.
Lo que genera el malestar en
la humanidad es el no saber manejar las emociones, en especial el miedo, el
cual nos pone en estados de “hipertensión o de paralización” desequilibrando
nuestro sistema nervioso. Si vivimos en un ambiente hostil, estamos
predispuestos a vivir con el sistema nervioso alterado; Siempre en alerta, por
que no se sienten seguros ni en sus propios hogares. En la naturaleza algunos animales se paralizan
al percibir alguna amenaza, esto se debe a que reduce la posibilidad de ser
notado. En los humanos se pudo ver esta misma conducta durante la masacre en el
la escuela Columbine en el estado de Colorado, el año 1999, muchos alumnos
contaron haberse paralizado y caído al piso y de esa forma evitaron ser
disparados por los asesinos. Se observaron las mismas conductas en la masacre en la universidad de Virginia Tech el
año 2007 como también en la masacre de la escuela Sandy Hook el año 2012.
Todos venimos al mundo pre programados
con siete emociones que van ayudar a nuestra supervivencia, sorpresa, miedo, ira,
asco, desprecio, tristeza y alegría. Cada una de estas emociones va a
desencadenar una respuesta fisiológica en el cuerpo, movilizándonos a tomar una
acción. Desde el momento en que nacemos vamos aprendiendo a regular estas
emociones imitando como nuestros padres o cuidadores mas tempranos se comportan
y como reaccionan ante las situaciones difíciles de la vida. Desde bebés
aprendemos a ser lectores expertos del lenguaje no verbal de nuestros
cuidadores, de hecho el cerebro derecho o cerebro emocional límbico es el
primero en desarrollarse dentro del vientre de la mamá y establece la
comunicación no verbal entre la madre y el hijo.
Tenemos dos propósitos
primordiales en la vida, sobrevivir y procrear. Sin supervivencia no hay vida y
sin procreación ya hubiera desaparecido la especie humana. Todas las personas
viven bajo presión constante de mantener el equilibrio entre protegerse de los
demás y relacionarse con los demás. A este equilibrio le llamo Homeostasis
Social. Nuestra mente fue diseñada para contribuir a nuestra supervivencia y
son las emociones las que mantendrán la homeostasis social o nos destruirán. Es increíble que en el año 2018 todavía
existen personas que creen que lo que nos motiva es el hambre, la sed, y el
deseo sexual. Si pensamos un momento en esto, una persona no va a comer si su
única fuente de alimento le causa asco. Existe gente que nunca han tenido una
relación sexual por causa del miedo y personas que se quitan la vida por una
depresión. Son las emociones las que a través de nuestra evolución permitieron
que todavía existamos, nos movilizan para lidiar con las cosas importantes de
la vida de una manera que haya sido exitosa en el pasado y sin tener que tomar
el tiempo de pensarlo.
Somos maquinas
biológicas y vivimos en un mundo tan sofisticado para el cual no fuimos
diseñados. Vivimos en una selva de concreto donde nuestro ambiente social a
sufrido cambios dramáticos, llenos de miedos imaginarios. Somos prisioneros del
tiempo diseñados para un ambiente antiguo y un orden jerárquico donde sobrevive
el más fuerte. Nos adaptamos a la vida después que a cambiado nuestro entorno.
Primero cambia el entorno y solo después podemos adaptarnos lentamente a esos
cambios. No nos hemos adaptado al entorno moderno y sus nuevos desafíos debido
a que no aprendimos a regular correctamente nuestras respuestas emocionales. No
nos enseñaron nunca. Cuando venimos al mundo, de paquete somos la mejor
computador del mundo. Capaces de realizar cualquier tarea o objetivo que se
presente; pero vienen nuestros cuidadores más tempranos y nos ponen un software
lleno de virus, de respuestas mal adaptadas que también aprendieron de sus
padres y sus padres aprendieron de sus padres. Es un circulo vicioso del que
debemos salir. Aprendemos por imitación. Las personas que han tenido una buena
crianza, tienden a ver el mundo hermoso y lleno de oportunidades, las personas
traumatizadas ven el mundo lleno de caos y destrucción.
Creador de la Psicología del Movimiento y Emoción
US Marine, Veterano de la guerra de Iraq, 2005
Especialista en Protección Personal
At-Risk International LLC
Private Investigator
At-Risk International LLC
At-Risk International LLC
Private Investigator
At-Risk International LLC
Diplomado en Psicología Forense
Universidad Privada Domingo Savio
Certificado Experto en:
Detección de MicroExpresiones y Expresiones sutiles
Paul Ekman Group Online
https://www.facebook.com/PsicologiaME/

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